domingo, 23 de diciembre de 2018

Reflexiones sobre los estudios de riesgo para los planes de contingencia

Una noticia de esta semana en Colombia: 20 años después, la corte suprema condenó a la empresa Ocensa a pagar una indemnización de 9.4000 millones de pesos  por no tomar medidas para evitar la tragedia en el casería machuca (ubicado a 900 mts del oleoducto) donde murieron 84 personas incineradas.
Las razones de la corte suprema fueron:
  • La ubicación del oleoducto fue equivocada con respecto a la población, teniendo en cuenta este tipo de situaciones como la alteración del orden público
  •  Esa circunstancia, como también lo hubiera podido ser un desastre natural, debió haberse previsto frente a las consecuencias que un derrame de petróleo tenía en la población de Machuca
  • Tampoco tomo medidas de seguridad ante la posibilidad de un derrame de crudo a través del río, pudiera afectar a las poblaciones cercanas al oleducto.
Esta noticia me trae algunas reflexiones sobre los planes de Contingencia o de gestión de riesgos de desastres:
  1. La importancia de realizar estimaciones de consecuencias basadas en simuladores reconocidos como por ejemplo PHAST DE Dnv Technica 
  2. La conveniencia de utilizar también simuladores de derrames en aguas continentales como por ejemplo ACOPLAN
  3. La identificación de amenazas desde el riesgo social (originado por la inteligencia y la intencionalidad del hombre) que desencadena eventos de riesgo tecnológico ("Es la probabilidad de que un objeto, material o proceso peligroso, una sustancia tóxica o peligrosa o bien un fenómeno debido a la interacción de estos, ocasione un número determinado de consecuencias a la salud, la economía, el medio ambiente y el desarrollo integral de un sistema")
  4. La necesidad de actualizar los análisis de riesgos y vulnerabilidad en períodos menores a los 5 años dependiendo de la dinámica social del entorno
Tragedia de Machuca
El 18 de octubre de 1998, aproximadamente a las 2:00 AM,​ un grupo de guerrilleros llamado grupo 'Cimarrones' del frente 'José Antonio Galán' del ELN, detonó una carga explosiva en el Oleoducto Central de Colombia (oleoducto Cusiana-Coveñas) en inmediaciones a la cabecera urbana del corregimiento Machuca, aproximadamente a 900 metros de la misma.
El combustible derramado en combustión se propagó y vertió al río Pocuné. Los guerrilleros volaron el puente que atravesaba el poblado y al entrar en contacto con el agua, provocó que el fuego se propagara e incendiara la población. Sin poder escapar, el incendio propagado por la explosión, causó la muerte a 84 personas y heridas a otras 30. Muchos de los pobladores que murieron en el incendio eran familiares de miembros del Comando Cimarrón del ELN, el mismo que realizó el atentado.



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