LOS FACTORES DE RIESGO ASOCIADOS AL “TRABAJO DE OFICINA”, así como sus correspondientes medidas preventivas afectan, por las características de los puestos de trabajo, a un elevado número de trabajadores y trabajadoras del Mundo. Grupos como el Personal de Administración y Gestión, el Personal Laboral y otros, entrarían total o parcialmente, según los perfiles de los puestos de trabajo, dentro de lo que llamamos “trabajo en oficina y despacho”.
Si bien se trata de un sector que no está asociado a una accidentalidad alarmante, el entorno y el diseño inadecuado del puesto de trabajo pueden dar lugar al mantenimiento de posturas forzadas y mantenidas. Este tipo de posturas suele derivar en trastornos musculoesqueléticos, por ejemplo, patologías en la zona cervical y en el músculo trapecio, síndrome del túnel carpiano, etc. Estos trastornos constituyen en el panorama mundial la principal causa de bajas por enfermedad relacionada con las condiciones de trabajo. Otras importantes fuentes de riesgo para este amplio colectivo de la población trabajadora, lo constituyen las patologías de la vista (disminución del parpadeo, sequedad ocular, fatiga ocular, etc.), y las patologías de tipo psicosocial, (como el estrés, la ansiedad, etc.).
Con ayuda de este manual pretendemos contribuir a su prevención. En él ofrecemos información y pautas que, en diferentes niveles jerárquicos y ámbitos de decisión –hasta llegar a cada trabajador y trabajadora–, se puedan tener en cuenta en el diseño y entorno del puesto de trabajo, así mismo en la organización de la tareas de modo que el desarrollo de la actividad laboral pueda darse en condiciones de seguridad, confortabilidad y de un adecuado clima laboral.
Utilidad de este Manual
LLEGAS ESTA MAÑANA AL TRABAJO. PÁRATE UN MOMENTO Y MIRA A TU ALREDEDOR. Primero pregúntate si estás cómodo o cómoda en la postura que mantienes ahora ante el computador. ¿Es tu postura habitual? Observa, por ejemplo, si tus lumbares están apoyadas. Quizá has entrado en internet. Buscas páginas de consulta, ¿dónde tienes situado el ratón?
O, tal vez, te has puesto ya a escribir un texto que es urgente. ¿Dónde están situados los documentos que manejas? ¿Puedes leerlos con facilidad o, por el contrario, mantienes una postura forzada? (por ejemplo, con los codos apoyados sobre la mesa y la espalda sin estar en contacto con el respaldo).
Y más preguntas… ¿Notas reflejos en la pantalla? ¿Te parece adecuada la silla en la que te sientas habitualmente? ¿Te resulta cómoda la altura a la que trabajas? ¿Te parece suficiente la luz ambiental que hay en este momento? Escucha tu cuerpo.
¿Están apoyados cómodamente tus pies? ¿Tienes tensión, molestias, dolor o entumecimiento en la espalda? ¿Y en el cuello?
Llega el público, ¿estás nervioso? ¿Atiendes a las personas pensando en todas aquellas que tendrás que atender después y que están esperando impacientes?
¿Quieres resolver sus dificultades más allá de lo que tus competencias lo hacen posible?
Párate. Date cuenta de tu postura, de los músculos que estás utilizando en este momento, ¿son necesarios todos ellos para la tarea que realizas? Sé también consciente de tus actitudes.
Es importante que tú mismo y tú misma te hagas cargo de velar, en la medida de tus posibilidades, por tu propia salud, bienestar y comodidad. También está en tu mano el contribuir a crear un clima laboral agradable y desarrollar una actitud de colaboración.
Con esta guía te ofrecemos información para hacerlo. Si desea consultar el documento completo, descargue la versión en PDF:
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